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Comorbilidades en el Trastorno de Espectro Autista

Comorbilidades en el Trastorno de Espectro Autista
   

El día miércoles 03 de abril tuvimos el honor de entrevistar a la Dra. María Laura Braz, Médico Cirujano / Pediatra Puericultor / Neuróloga Infantil, Especialista en Neurodesarrollo y Enfermedades Raras. En esta entrevista conversamos sobre las comorbilidades del Trastorno de Espectro Autista, cómo detectarlas y cómo abordarlas. A continuación les comparto un resumen de nuestra actividad.

¿Qué son las Comorbilidades?

La “Comorbilidad” es un término médico que se utiliza para referirse a la presencia y el efecto de uno o más trastornos o enfermedades adicionales a la enfermedad o trastorno diagnosticado como primario en una persona. Esto quiere decir que un paciente puede presentar varios problemas de salud debido a 2 o más diagnósticos, como por ejemplo: Trastorno de Espectro Autista y Síndrome de Dravet.

¿Cuáles son las comorbilidades más comunes en el Trastorno de Espectro Autista?         

Debido al abanico de características diferentes que presenta el TEA, podemos encontrar también una gran variedad de trastornos y enfermedades asociados que entran en comorbilidad con el Autismo, siendo la Epilepsia la primera enfermedad en comorbilidad con el TEA por su alto porcentaje de casos (más de un 40%), a esta le siguen el Síndrome del X frágil, la Discapacidad Cognitiva (Anteriormente llamado “Retraso mental”) el Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH) y el Trastorno de Ansiedad. Sin embargo, entre las condiciones comórbidas más nombradas también tenemos a:

- Trastorno bipolar

- Enfermedad gastrointestinal

- Dispraxia

- Disforia de género

- Neuroinflamación y trastornos inmunológicos

- Trastorno obsesivo-compulsivo

- Síndrome de Tourette

- Problemas sensoriales

- Esclerosis tuberosa

- Trastornos del sueño

¿Cómo detectar las comorbilidades en el TEA y a quién debo acudir?

Distinguir las comorbilidades en las personas con TEA puede ser muy complicado debido a que los síntomas del TEA se sobreponen con los síntomas de otros trastornos, y las características del TEA hacen que el diagnóstico con métodos tradicionales sea muy complicado. Sin embargo, algunas de las señales pueden ser el estancamiento en el avance o desarrollo, involución, nuevas alteraciones o incremento de alteraciones que ya se habían dominado.  Es por esto que la Dra. María Laura Braz recomienda control anual con Neurología para realizar estudios de rutina como el electroencefalograma para descartar que se esté desarrollando alguna comorbilidad y en tal caso poder actuar a tiempo.

¿Cómo es el abordaje y la medicación?

El Autismo no es una enfermedad y por lo tanto no tiene cura, el tener Autismo o estar dentro del TEA no implica necesariamente el uso de medicamentos, sin embargo, sí es importante el adecuado abordaje de la enfermedad o trastorno que esté en comorbilidad con el TEA ya que de esto depende el avance y mejor desarrollo del niño, por ejemplo, un niño que tiene TEA y también Epilepsia necesita medicación anticonvulsiva que lo ayude a controlar las crisis epilépticas y por ende tener mejoras y avances en su desarrollo.

La Risperidona y sus efectos a largo plazo

La Risperidona es un medicamento antipsicótico creado para tratar la esquizofrenia en adultos y niños mayores a 10 años de edad, sin embargo, también es utilizada en algunos casos de Autismo severo donde se observen episodios de manía, ansiedad grave y autolesiones, es decir, situaciones que pongan en riesgo la integridad física tanto del paciente como de sus cuidadores. La Dra. Braz nos indica que este tratamiento es de “rescate”, es decir, debe utilizarse en momentos específicos y no por largos períodos de tiempo, su uso tiene el objetivo de ayudar al paciente a responder a las terapias y a medida que el mismo avance se debe ir retirando el medicamento.

Lamentablemente este medicamento está siendo utilizado de manera indiscriminada en niños con TEA y TDAH por desinformación, ya que le atribuyen usos incorrectos como por ejemplo para mejorar la  atención en casos de TDAH.

Como todos los antipsicóticos, el uso de la risperidona a largo plazo puede causar potencialmente discinesia tardía, efectos extrapiramidales y el síndrome neuroléptico maligno, un trastorno que no es frecuente, aunque sí grave, si bien el riesgo usando risperidona es menor que con otros antipsicóticos clásicos.

Asimismo, como todos los antipsicóticos atípicos, la risperidona puede agravar la diabetes y otros problemas graves del metabolismo de la glucosa en el ser humano, incluyendo cetoacidosis y coma hiperosmolar.

Es por esto que nuestra recomendación siempre será acudir a un profesional antes de medicar a su hijo, buscar siempre una segunda o tercera opinión, investigar los efectos del medicamento y por supuesto, mantenerse en control neurológico anual.

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