BLOG
Mi mundoHistorias InspiradorasRecetasAlimentación EspecialAutismo
EL CENTRO
RECETAS
EBOOKS
SOBRE MÍ
CONTACTO
SERVICIOS
Sesión 1 a 1
© 2014 Mamá Especial - Todos los derechos Reservados.

Un Corazón Lleno De Esperanza – Maternidad En Redes

Un Corazón Lleno De Esperanza – Maternidad En Redes
   

Cuando te conviertes en mama primeriza, todo es nuevo y cada día se convierte en una nueva experiencia que te ayudará conocer más el mundo de la maternidad. Pero cuando te conviertes en una mama especial los planes cambian, las situaciones te hacen tener un enfoque diferente. Entras al mundo de las terapias, citas médicas, llegas a conocer todas las profesiones que estudian el comportamiento, lenguaje y mente de las personas. Además de que el futuro es incierto y la mayor parte del tiempo pasas preocupada y preguntándote si lo estás haciendo bien y otras mil preguntas.

Yo no nunca imagine estar en la situación que vivo actualmente, rodeada del mundo del neurodesarrollo infantil, asistiendo a cursos, talleres sobre Autismo, la palabra Autismo nunca la conocí hasta que las señales se hicieron presentes en nuestro hogar, José Rodrigo mi hijo, quien a sus 15 meses de edad parecía no estar conectado con su entorno nos dio una de esas sorpresas tan inesperadas pero que duran para toda la vida. Su padre fue el primero en notar que algo pasaba, en ese tiempo yo tenía un trabajo muy demandante que me obligaba a resolver problemas las veinticuatro horas del día, siete días de la semana, atendía llamadas a cualquier hora, 11 pm, 02 am, 3 am para luego iniciar mi día a las 04:00 AM, a partir de esa hora, todos los días dejaba la cama y regresaba a casa hasta las 18:00 horas, por supuesto llegaba cansada y a hacer cosas del hogar, lo que el tiempo con Rodrigo era muy limitado, lo que hacía que me sintiera la peor mamá, pero aun así debía de continuar.

Ese año fue un poco difícil en cuanto a nuestras emociones y sentimientos, pues cuando Rodrigo cumplió un año yo estaba esperando un bebe, pero lamentablemente lo perdí, estuve una semana internada en el hospital tratando de salvar a nuestro bebe y pensando en Rodrigo que estaba en casa, una mañana ya no se logró hacer mas y se hizo lo que medicamente se tenía que hacer, yo estaba muy triste, aun así seguí trabajando para mantener la mente ocupada y tratar de pensar en otras cosas que no fuera en la pérdida. Cuando creí que habíamos pasado una gran prueba como familia, el Autismo llego y me sentí aún más triste.

Nunca he renegado el Autismo en Rodrigo, tampoco dije, porque nosotros, pero si me pregunté ¿Por qué? En teoría todo iba bien, pues los chequeos médicos indicaban que no había nada malo en él. Ese día me sentí defraudada porque pensé que Dios me había fallado, por supuesto después de tantas locuras en mi mente, le pedí perdón a Dios, empezamos a buscar respuestas pero muchos nos decían que Rodrigo era solo un niño, que estaba muy pequeño para poder determinar algún diagnóstico, aun no se lo decíamos a nadie por lo que fue un secreto entre el papa de Rodri y yo, mientras yo asimilaba que nuestras vidas tendrían un cambio total, lloraba a cada momento, antes de dormir, al despertar, en el autobús de camino al trabajo, me aislé de mis compañeros y pensaba que hacer ejercicio a mediodía me haría olvidar un poco tanta carga, pero me hacía sentir más cansada, en mi casa me preguntaban por Rodrigo y yo solo decía que estaba bien, que eran chequeos médicos de rutina a los que íbamos a la Capital. Teníamos guardado ese sentimiento hasta que tuvimos el diagnostico de Autismo porque no queríamos alarmar a la familia, justo cuatro días antes de la Navidad recibimos el informe.

Ahora que lo cuento parece tan poco tiempo, pero esos siete meses antes del diagnóstico fueron eternos para nosotros, sobre todo para mí, que pasaba todo el tiempo llorando, en fin, llore demasiado, tanto que el día que la psicóloga nos habló del autismo de Rodrigo yo era una mama diferente, lo único que yo quería en ese momento era saber cómo podía ayudar a mi hijo.

Dejamos que pasaran las fiestas navideñas y en la primera semana del 2018 la noticia se compartió a nuestra familia, nosotros ya esperábamos la aceptación y el cariño, pero realmente ha sido más de lo que imaginamos, Rodrigo tiene un ambiente familiar muy especial, todos en casa lo adoran. Un mes después renuncie a mi trabajo y me dedique 100% a mi hijo y en su reforzamiento, afortunadamente tanto a las terapias como el trabajo en casa, Rodrigo ha respondido bien, cada día vemos nuevos logros, no como los niños de su edad, pero si en cada dificultad que actualmente presenta.

Hace poco nos mudamos a la capital en busca de apoyo terapéutico, pues en mi país no hay apoyo del gobierno y donde vivíamos no hay terapeutas, viajar a la capital cada vez era más complicado, pasábamos mucho tiempo en carretera y yo sentía que era tiempo que podíamos aprovechas para enseñarle cosas nuevas a Rodrigo, además de que nos exponíamos al peligro, accidente, delincuencia, etc. Nuestro presupuesto se ha ajustado, vivimos lejos del que fue mi hogar de toda la vida, pero cada sacrificio ha valido la pena, con ver a mi hijo como señala y trata de comunicarse, no sé que nos prepare el futuro, pero hoy le agradezco a Dios por darnos la fortaleza y su misericordia por tanto, mi familia y Rodrigo son mi mayor inspiración, cuando siento que ayudo a mi hijo siento que también puedo ayudar a otras familias, actualmente tengo un espacio en Redes Sociales para llevar el mensaje de Autismo y compartir nuestras vivencias, demostrar que las personas con Autismo no son un mueble como lo dicen los libros, tienen sentimientos y virtudes que pocos vemos pero que podemos descubrir si lo hacemos desde el corazón. Rodrigo nos ha llenado el corazón de esperanza y cada día nos sentimos muy orgullosos de él, somos muy afortunados de tener un hijo que nos convirtió en una familia especial.

Fabiola Mejía - @maternidadenredes

Comentarios